Vehículo instalado con el sistema de combustión a través de hidrógeno líquido.
Por Juan Sebastián
Álvarez Cossio
Después de mucho tiempo y dedicación
invertida en investigaciones, aproximadamente hace 4 años logré patentar mi fórmula
a través de la descomposición del agua, convirtiéndola en hidrógeno líquido. La
idea es que esta sustancia sea usada
como combustible para automóviles, reemplazando la gasolina por ahora en un
50%. Hasta el momento el único carro que conozco con esta tecnología es el mío y
no lo sacaré al mercado porque grupos armados me han amenazado. Por esta misma
razón decidí trasladar mi taller a un pueblo para continuar con este proyecto
de investigación y perfeccionamiento del “oro líquido”.
Por ahora no creo que sea prudente comercializarla
hasta no tener varios autos de marcas reconocidas adaptados con los
requerimientos para su funcionamiento y pruebas exitosas con los mismos. Confío
en posicionarme como la competencia directa de las más grandes compañías
automovilísticas del país, que además de ricas, tienen en sus manos las
principales fuentes del “oro negro”, el petróleo que es tan codiciado y
apreciado por todos.
Mi ejemplo a seguir y maestro de esta
novedosa práctica es Nikola Tesla, ingeniero mecánico, electricista y físico,
promotor más importante del nacimiento de la electricidad comercial e inventor
de la corriente alterna, motor asincrónico, campo magnético rotativo, motor de
corriente alterna y tecnología inalámbrica. Fue considerado el científico loco
de su época por sus ideas futuristas y contribuyó al desarrollo de la robótica,
el radar, la computación e incluso la física nuclear. Un inventor excéntrico que
me cautivó por completo cuando leí sobre él y que luego de negarse a trabajar
con la NASA desapareció repentinamente.
No era justo dejar una de sus
mayores aspiraciones e invenciones plasmadas en un papel. Utilizar el agua para
convertirla en hidrógeno líquido y luego ser empleada como combustible tenía
que ser todo un hecho, por lo que yo
empíricamente, decidí trabajar en este proyecto durante varios años. Después de
tantas investigaciones en una de mis pruebas descubrí que con el acero y mi
componente secreto puedo poner a trabajar un carro 50% gasolina y 50% hidrógeno
líquido. Una sustancia que tiene como componente principal el agua, pero yo no
me conformo con eso: el objetivo final del proyecto es lograr que el auto
funcione completamente con ella.
Aclaro que para que mi líquido
funcione como combustible en un auto, es necesario utilizar un dispositivo que debe
ser introducido cerca del motor, compuesto de una serie de láminas de acero que
deben de ir a una distancia precisa y de un tamaño especial dependiendo de cada
carro. La forma final del mismo es como un pequeño panel que debe ser
introducido en una especie de caja de acero inoxidable y adaptado en el funcionamiento
del auto, trabajando internamente a corriente positiva y negativa donde se da
la posterior descomposición molecular.
Aprendí sobre la teoría de Nikola
Tesla en muchos libros que hablan de él y me enteré en mi insaciable búsqueda
que a la hora de su muerte todas sus investigaciones, papeles, notas y
prototipos de nuevos inventos, entre
ellos una serie de papeles donde describía a detalle sus adelantos acerca de la
combustión a partir del agua, desaparecieron completamente en una movilización
masiva entre el gobierno de Estados Unidos y Alemania, pues era tal la novedad
de sus proyectos que incluso a él se le atribuyen el desarrollo de los
platillos voladores de los Nazis.
Lastimosamente justo cuando él
estaba a punto de terminar su fórmula e imponerse como el gran científico de la
historia que lograría reemplazar el dichoso petróleo por el agua, todo
desapareció. Sin duda la falta de experimentación e investigaciones exhaustivas
de sus componentes para el aprovechamiento de los mismos en sustancias como las
que él trabajaba son pocos, clandestinos y rechazados por las grandes
industrias, pues tumbaría las riquísimas empresas petroleras del trono en el
que se han mantenido durante tanto tiempo.
La tecnología del futuro sin lugar a
duda estará basada en la invención de energías renovables y desarrollo
sostenible, un futuro no muy lejano donde el tesoro más cercano será el agua y
las guerras más grandes de la historia se deberán a su posesión. De ahí también mi
iniciativa con este proyecto, pues sé que el tiempo que he invertido en él y
los riesgos a los que me he enfrentado no serán en vano.
Me he informado muchas propuestas y
modelos actuales del hidrógeno líquido en procesos espaciales sobre todo, pero
esa sustancia no es igual a la mía, tiene el mismo componente, pero difiere en
otros. No me niego a la posibilidad de que otros estén trabajando en este mismo
campo y aunque he hablado con profesionales que me dicen: “no eso es súper
fácil no es nada del otro mundo”, sé que es pura envidia, se les ve en el
rostro. Yo me pregunto si es tan sencillo como ellos dicen, ¿por qué no lo han creado?, ¿por qué no han tomado la
iniciativa para esto si es un mercado tan prometedor?.
Al cabo de cuatro meses pude darle
marcha a mi automóvil y tras varias revisiones en su funcionamiento interno, me
di cuenta que no solo podía ahorrar muchísimo dinero en gasolina, sino que a
diferencia de esta última no ensuciaba los pistones y las bujías, sino que las
dejaba impecables, pureza sin contaminante, no podía ser mejor definitivamente..
No soy un gran científico, ni mucho
menos un profesional exitoso y reconocido, con títulos de las mejores
universidades del mundo, pero he estudiado por mi propia cuenta y este es el
resultado de tantos años de dedicación. Con toda la seguridad del mundo, sé que
dentro de poco habrá una gran guerra de combustibles liderada por la mafia porque
ellos lo acaparan todo.
El gobierno por su parte, va tener
que responder de alguna manera y las industrias petroleras del país desde la más
grande hasta la más pequeña se verán afectada, ¿qué mejor momento que ese para
sacar al ruedo mi proyecto? Como decían los antiguos: “la leche para el pan”,
es cuestión de esperar el momento indicado, la paciencia es la clave del éxito.
Un día un mafioso de calibre de Medellín
me ofreció trabajar con él: “parcero le tengo el negocio lo vamos a convertir
en todo un empresario. La idea es ponerlo a ensamblar carritos de los buenos,
¿qué se va poner usted a trabajar con ‘chevetes’ baratos? Le tenemos un Audi y
un BMW pa’ empezar. No le puede tener miedo a la plata, en otro lado no le van
a pagar como nosotros, ni le van dar el puesto de mando, el que va patronear
aquí es usted, no es sino que diga cuando empezamos y pa’ las que sea. Si no
quiere, pues póngale el precio a eso, no se preocupe por plata que eso es lo
que hay; eso sí: nos deja instaladitos
unos cuantos coches de los que tenemos aquí, nos los tira al ruedo a ver si
funcionan y suerte a vivir bueno”.
Una propuesta como esa no la había
tenido nunca, pero yo sé cómo se manejan las cosas en el mundo de la mafia, las
películas no están tan alejadas de la realidad y en cuestión de meses me ponían
a “colgar los guayos”. Me mataban, por eso me tocó huir del barrio Manrique
donde viví toda mi vida con mi esposa y mis tres hijos. Ahora vivo en Concepción*, un pueblo de
Antioquia, pero para despistar un poco puse el taller en La Sierra**, ahí tengo
mi laboratorio, que aunque pobre por la falta de recursos, es un espacio seguro
y bueno para mi proyecto.
Por ahora he hecho ensayos con tan
solo un litro de la sustancia y me ha durado
aproximadamente un mes, pues al evaporizarse en el proceso del motor se
concentra como un gas y se transforma nuevamente en estado líquido,
desvaneciéndose poco a poco hasta su posterior cambio casi después de este
tiempo de uso.
Hace poco mandé a hacer unas platinas
de un tamaño específico que necesito para instalarlo en un carro que le
regalaron a mi esposa donde uno de mis colegas, pero como él sabe que soy tan curioso,,
me tenía cansado preguntándome para qué
necesitaba eso, hasta que me cansó y le
dije mentiras para bajármelo de encima.
Por cuestiones de seguridad decidí comparar
los materiales y hacerlos yo mismo, algunos de estos son: láminas delgadas de
acero inoxidable, oring de caucho y tornillería para separar las láminas y
evitar un corto en el sistema. También es necesaria una perforación exacta de
las láminas y un ensamble minucioso de las mismas. Si se quiere conectar
directamente al tanque se debe trabajar con láminas mucho más gruesas, pero su instalación
demanda más tiempo de trabajo y la distancia entre el tanque a la tubería no
favorece mucho el proceso, por lo que estoy trabajando en ello.
La pureza del líquido que yo fabrico
le da un encendido más rápido al carro y más fuerza, ya que lo que hace que el
carro pierda potencia es la impureza de la gasolina debido a que se ensucia el pistón
y las bujías, en cambio mi mezcla hace lo contrario, los limpia.
Alguna vez pensé en ensamblarle el
sistema en los carros de mis mejores clientes y decirles que volvieran cada mes
para cambiarles la sustancia, le puse un precio inicial de dos millones de
pesos, pero no falta quien mueva la lengua, no hay prudencia y decirle a
alguien que no diga nada, es una cosa, pero de ahí a que sea así realmente es
otra.
Una de las alternativas es empezar
con las empresas de servicio público de la ciudad, entre ellas una compañía de
taxis que maneja una cantidad considerable de vehículos en Medellín con
alrededor de mil doscientos y multiplicando esta cantidad por las ganancias que me genera la instalación
del dispositivo con el líquido, obtendría cerca de mil cuatrocientos millones
de pesos.
Es un plan que tengo en mente, por
ahora son solo palabras, es un proyecto que requiere tiempo, pero gracias a
tantos años como mecánico tengo contactos buenos como el dueño de esta empresa
que está muy interesado.
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Fredy Guzmán Adarve*** tiene 46
años, es “mecánico de profesión, filósofo de corazón y científico para tener en que divertirse”,
vivió en el barrio Manrique desde sus 12 años hasta los 40. Tiene 30 años de
experiencia en mecánica aproximadamente y es un amante de la lectura, habla de
ella como si fuera la mujer más amada, calificándola incluso de linda, una actividad
que le quita el sueño como nada ni nadie.
Cuenta que cuando fue amenazado por
grupos al margen de la ley que querían apoderarse de su fórmula, se negó
completamente y narra la escena que le
sucedería como si hubiera presenciado muchas parecidas. Él dice con toda
firmeza que la táctica de ellos sería ilusionarlo
por un buen tiempo, pagarle altas sumas de dinero, entregarle incluso
propiedades y hacerlo sentir parte del grupo para luego manipularlo y tratarle de sacarle la fórmula como fuera
necesario, así como en las películas, mujeres hermosas que lo emborrachan para sacarle
la información, cámaras instaladas en su taller, dispositivos de rastreo e
interferencia de llamadas en su celular, hasta llegar a las últimas instancias
que sería torturarlo de la manera más cruel y matarlo luego de tener la receta.
Se ríe mientras supone una de las
tantas situaciones que podría ocurrir al lanzar su idea al mercado y tratar de impartirle un poco de política a
su relato, diciendo que luego de conquistar Colombia con su sustancia, el
siguiente país que tiene en la mira es Venezuela y comenta con una risa burlona
que sin duda el Presidente Maduro lo mandaría a matar de inmediato. Su invento
es revolucionario, pues según él tener
un dispositivo tan barato y fácil de hacer en manos de todo el mundo sería una
completa locura. Es conocido en Lovaina, donde trabajaba anteriormente como “El
Loco” que constantemente está tratando de aportarle un poco más a los
mantenimientos que hace y a la personalización de autos de acuerdo al gusto de
cada cliente que es otro de sus fuertes.
Desde joven se reunía en un lugar
que se llama “El Orfeón”, donde empezó a
trabajar como mecánico. En ese tiempo el Cartel de Medellín se extendía desde
Lovaina hasta las avenidas de Manrique donde él vivía. Su jefe era Pablo
Escobar y sus mejores clientes “Los Priscos”, “Los de la Arboleda”, “Millones”, “El Negro Elkin”, “Don Tiquio”, “Pinina”
y “Yayita” que robaban herramientas y repuestos a los taxis del médico Samuel
Villegas para instalarlos en los carros que ellos manejaban.
Aunque estuvo rodeado de criminales
nunca fue sicario, pues mientras ellos mataban, robaban, extorsionaban y
secuestraban Fredy estaba leyendo, “comiendo conocimiento” como dice él. Se
leía tres libros por semana, ahora se lee dos en ese mismo periodo de tiempo,
de ahí que lo conozcan como “El Filósofo”.
Su fórmula no está a la venta, pues
considera que ese sería su mayor fracaso,
“la realidad de la vida es una, como dicen por ahí “el vivo vive del bobo” y yo
no voy a pasar por bobo, yo sé cómo se manejan las cosas”, comenta mientras
mueve su cabeza de un lado para otro como una expresión de completa negación
ante esta posibilidad y saca un poco sus labios para darle fuerza a su
posición.
Afirma que el corazón del hombre es
engañoso, por eso no confía ni en su sombra, como dice el proverbio bíblico:
" Hijo mío si los pecadores te quisieran engañar, si te dijeren ven
tomemos una bolsa, no te desvíes a la izquierda ni a la derecha, cuando ellos
te hablen amigablemente no le creas porque solo maquinaciones hay en su
corazón”, “pura sabiduría, eso fue lo que me permitió crecer como persona, como
pensador y hasta como mecánico, quién iba pensar eso”.
Fredy se ha leído tantos libros que
ni siquiera recuerda la cantidad, sus temas preferidos son la historia, la
política, la ciencia, la guerra, la sexología y teología, pero también ha leído
novelas, su autora favorita es Oriana Fallaci y ha leído varias veces “Un
uomo”, de la autoría de esta escritora italiana. Es fiel admirador de Homero,
Tertuliano, Plinio el viejo, Sócrates, Platón y Sófocles sobre todo por su
buena retórica; Charles Spurgeon, pastor bautista británico; Miguel de Cervantes con “Don Quijote de la Mancha”; Friedrich Nietzsche con “Así habló Zaratustra” y afirma que de todos
su libro favorito es la Biblia. Termina su relato haciendo mención a ella con uno
de sus escritores, Salomón: “Lo que es, ya ha sido, y lo que será, ya fue. Nada
es nuevo debajo del sol”.
Tiene planeado sacar la fórmula para
el 2018, no se deja llevar por la ambición prefiere hacer las cosas con
cautela, manejar un bajo perfil y perfeccionar su fórmula y el diseño de su
sistema durante el tiempo que le queda.
*Lugar cambiado por petición de la
fuente.
**Lugar cambiado por petición de la
fuente.
***Nombre cambiado por petición de
la fuente.
El protagonista de esta historia no
permitió publicar fotos suyas, por razones de seguridad.
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