“Tener
Internet es como ganarme el Baloto”: Miguel Enrique Cuesta.
Este
habitante del corregimiento El Tigre en Bojayá (Chocó) será uno de los
beneficiados con los nuevos Kioscos Digitales que llegarán finalizando 2015. Su
comunidad se prepara para recibir algo de lo que han escuchado hablar, pero con
lo que todavía no han tenido la oportunidad de interactuar
Llegar al corregimiento El
Tigre en Bojayá (Chocó) no es sencillo. La travesía desde Medellín comienza con
un viaje en avioneta hasta Vigía del Fuerte, de allí se toma una chalupa que se
zarandea durante una hora y media por el caudaloso río Atrato, que obliga a beber
a sus pasajeros un agua con sabor a bagre.
En el recorrido el aire se
torna pesado y deja una sensación pegajosa en la piel. Se avista la tierra de
un lugar con aparente ausencia de Estado, donde la naturaleza suple las
penurias de los bojayaseños. El río y la lluvia aportan el agua, el sol la luz
y los árboles la sombra.
El punto de llegada es un
embarcadero construido por los habitantes del lugar. Allí Miguel Enrique
Cuesta, representante del Consejo Comunitario del corregimiento, espera a siete
funcionarios que llevarán a su pueblo algo que aún le resulta ajeno: Internet.
Miguel tiene 52 años y nunca
se ha sentado frente a un computador. Vive con su esposa y sus tres hijos en
una casa fabricada en tablilla, a un kilómetro de la orilla del río. La caza y
la pesca son la base para la alimentación de su familia. Todos los hogares
tienen una escopeta, pues los productos comunes de la canasta familiar no
llegan hasta este lugar.
Miguel ha escuchado hablar
de la carne de res y de cerdo, pero nunca la ha probado y cree que lo más
cercano a ese sabor es la carne de tigre, que una vez saboreó. “Comemos pescado
porque estamos muy cerca al río y animales del campo como: pavas, dantas, guagas
y cualquier animal de cacería comestible”, expresó Miguel.
La comunidad de El Tigre
aprovecha la luz del sol en el día y en las noches hace uso de la electricidad
que les proporciona una planta de combustible Diesel. Entre el agua y la selva
sus habitantes vivieron la llegada de la guerrilla en los años 80 y la de los
paramilitares en los 90.
Uno de los hechos más
recordados del encuentro de los dos grupos armados fue un enfrentamiento que en
2002 ocasionó 119 muertes y el desplazamiento de 6.000 personas.
A pesar de la escasez que es
común en este corregimiento, los habitantes están a punto de recibir una
oportunidad que tal vez nunca esperaron: el internet.
El Proyecto de Conectividad
de Alta Velocidad propuesto por el Gobierno Nacional fue otorgado a la empresa
Sertic S.A.S. Según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones,
los beneficiados serán instituciones rurales de 27 municipios y 20
corregimientos de 12 departamentos del país.
El Internet llegará por
medio de Kioscos Vive Digital, que se definen como centros comunitarios rurales
de Internet donde se instalarán antenas que miden entre 60 y 100 metros de
altura, que harán que la señal Banda Ancha sea por microondas.
Para facilitar el acceso de
la población a la red se instalarán computadores en las escuelas rurales. En la
mañana serán de uso exclusivo para los estudiantes y en la tarde personas
cercanas a los centros educativos podrán acceder a ellos. Cada institución
tendrá un gestor de la misma comunidad con una capacitación previa.
Cerca de la vivienda de
Miguel se ubicará una antena de 60 metros de altura. La población se encargará
de cobrar lo pertinente por cada árbol talado para la instalación y el dinero
obtenido será destinado a inversión social.
Miguel recibirá esta
capacitación porque cree que es indispensable que un líder tenga el conocimiento
sobre innovación: “Me gustaría tener Internet para poderme comunicar con las
asociaciones y el Consejo Comunitario”, manifestó. Para él la posibilidad de acceder
a la red es como ganarse el Baloto.
La tecnología hará que este municipio pueda acceder a
nuevas oportunidades, es hora de cerrar del capítulo frío de la guerra.
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