En
la última década ha sido común escuchar la expresión “las nuevas tecnologías
cambiaron nuestras vidas” y en realidad estas sí han transformado la vida de
las nuevas generaciones e incluso han tenido impacto en generaciones
anteriores.
Estas
nuevas formas de tecnología no solo nos han facilitado la vida, sino que
también han delimitado nuevas pautas en los comportamientos de las personas.
El
teléfono móvil se convirtió en una especie de ídolo de las nuevas generaciones
y ha sido acogido masivamente. Hoy en día se ha convertido en un objeto con el
que pocos podrían dejar de vivir y ha evolucionado a tal punto que muchos lo
consideran una extensión de su cuerpo.
Con
este pequeño dispositivo las personas tienen la posibilidad de controlar su
mundo, comunicarse con los demás, entre muchas otras posibilidades que trae
consigo.
El
celular da la increíble oportunidad de emancipación a sus usuarios, pero al
mismo tiempo ejerce como un mecanismo de control, ya que hacer uso constante de
él nos esclaviza. Pero, ¡cómo no volverse adicto a este si nos ha facilitado la
vida en innumerables formas! Gracias a él ya puedes olvidarte de las pesadas
filas del banco, puedes realizar cualquier tipo de compra e incluso visitar el
supermercado con solo hundir tu pantalla.
Además,
te permite saber la localización de todas las personas que te interesan y comunicarte
con ellas por innumerables formas: correos, mensajes, video llamadas, chats,
etc.
Pero
como todo en este mundo tiene sus pros y sus contras, asuntos que también se han
discutido mucho en los últimos años y no haremos énfasis aquí.
Las
nuevas tecnologías no solo se refieren al celular. El desarrollo de estas ha
revolucionado muchas industrias del mercado global como el cine, la televisión,
la telefonía, la salud, las redes sociales, entre otras.
La
salud siempre ha sido una constante preocupación en las personas y es uno de
los aspectos de mayor interés en los hogares. Junto al estilo de vida
saludable, se ha convertido en una tendencia en nuestra ciudad, por lo cual ya
es más común hablar de mercados veganos y la gente tiene mayor preocupación por
los alimentos que compran e ingieren. Es decir, se ha creado todo un mundo alrededor
de la comida sana y el equilibrio del cuerpo.
El
gran avance de las tecnologías y la preocupación por tener una vida sana y
hacer ejercicio han creado un nuevo método de entrenamiento llamado EMS, que se
traduce como electroestimulación muscular. Este consiste en conectar al cuerpo
un chaleco con correas que tienen electrodos. Por medio de estas llegan al
cuerpo corrientes eléctricas que hacen que el músculo se contraiga 200 veces
por segundo, es decir, siete veces más efectivo que cualquier tipo de
entrenamiento. Esto se da porque las fibras más internas del músculo son
estimuladas.
Uno
de los pioneros en este tipo de ejercicio en la ciudad de Medellín es el
gimnasio Be Smart, ubicado en el mall
Zona Dos Sur en El Poblado. Este ha logrado abrir 23 estudios de entrenamiento
en 11 ciudades del país en aproximadamente un año. Ello prueba la gran acogida
que ha tenido este tipo de entrenamiento, pensado en especial para personas con
poco tiempo disponible para hacer ejercicio, ya que este solo puede ser
realizado dos veces a la semana con una duración de máximo 20 minutos.
El
método es debido a la alta intensidad que demanda el entrenamiento, además es
una medida de prevención para evitar la fatiga muscular, que es llevar al
músculo al punto límite hasta agotar sus reservas energéticas que puede causar
lesiones o un estancamiento del crecimiento de este.
Es
ideal también para personas que no tienen muy buen estado físico, ya que este
ayuda a recuperarlo además de mejorar el rendimiento cardíaco, la postura y la
celulitis. También puede servir como tratamiento para una lesión y funciona al
mismo tiempo para reducir el tejido graso y darle definición al cuerpo.
Esta
idea de ejercicio proviene de Europa, más precisamente de España y Alemania.
Allí fue donde diseñaron la máquina Mihabodytec
a la cual se conecta el chaleco con los electrodos. Esta máquina permite
ajustar una carga eléctrica diferente para cada músculo del cuerpo, esto es
necesario ya que cada parte del cuerpo resiste diferente intensidad de cargas,
por lo cual no es preciso poner una sola intensidad preestablecida para todo el
cuerpo, ya que la resistencia varía en cada una de las personas y es diferente
también en cada parte del cuerpo.
Además,
los valores de las cargas eléctricas que necesita cada individuo varía
dependiendo del resultado que quiera obtener, es decir si busca bajar de peso o
simplemente marcarlo.
Es
recomendable que para lograr un óptimo rendimiento y resultado se complemente
este ejercicio con una dieta saludable. Carlos López, entrenador de Be Smart, afirma
que una dieta saludable no es sinónimo de dietas sino que se trata de buscar el
balance. Debe ser baja en carbohidratos y en grasas trans. Una dieta no quiere decir aguantar hambre sino adaptar sus
alimentos a lo que su cuerpo necesita. También es importante comer pequeños
bocados entre las comidas para no llegar al punto de aguantar hambre y
complementar la dieta con ejercicios cardiovasculares.
Esta
nueva alternativa de ejercicio puede resultar muy útil y beneficiosa para las
personas que se atrevan a intentarlo; eso si, puede traer alguna contra
indicación para personas que sufran del corazón, que usen marcapasos, tengan
alguna condición en la piel u otras condiciones poco comunes.
Esta
opción reúne la más alta tecnología en la salud para acondicionar el cuerpo,
algo que mucha gente busca y que ahora está en un formato donde la gente con
poco tiempo puede tratar y es ideal.
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