Con esta máquina se transfiere pintura sobre objetos a través del
agua, más conocido como “impresión de inmersión”.
Por Isabella Valencia V.
La creación es la base del negocio de Andrés Cadavid,
un emprendedor de 31 años, quién comenzó el proyecto llamado Corta Láser. Este
negocio lo empezó por la necesidad de incluir piezas acrílicas en los cajones
de madera que él hacía para los bajos que instala en los carros. Fue así cuando
compró la máquina para cortar acrílicos, pero al ver todo el tiempo libre que
le quedaba, decidió ofrecer el servicio de corte a láser. Andrés se dio cuenta
que había un mercado para su negocio y que en el sector de Laureles no existían
locales como el suyo.

Andrés hizo una tecnología en Mecánica
Automotriz en la Institución Universitaria de Pascual Bravo e inició su negocio
hace 13 años. Él se dedicaba a hacer cajones en un establecimiento de sonido,
pero vio la opción de intentar producir diferentes estilos de estos y hacerlo
de forma masiva.
Su local se encuentra en la carrera 66 aa
34-31, a una cuadra del Centro Comercial Unicentro. En este Andrés se encarga
de que todos sus trabajadores cumplan con su labor. La casa justo al frente de
su negocio es el taller, donde se realiza parte del trabajo.
Desde la acera que esta en frente de la misma
se puede captar el sonido persistente de las soldaduras, taladros y las
máquinas de cortar. Andrés, quien se encontraba apoyado en un carro plateado
que estaba parqueado afuera de la puerta de metal del taller, se acerc ó para darme un beso en la mejilla y saludarme.
Después de un corto intercambio de palabras, lo seguí dentro de la casa. Cruzamos
por un pasillo angosto, en el cual se encontraban diferentes láminas recostadas
en las paredes.
Al toparnos con la primera puerta, al lado
derecho del pasillo, entramos a la habitación. En uno de los lados se
encontraba una mesa de vidrio y al otro lado, estaba una tina blanca. En la
entrevista, que duró poco menos de una hora, Andrés se sentó sobre una cubeta
de pintura y me explicó qué era la máquina que se encontraba junto a él.
¿Qué es esta máquina?
“Esta es una máquina utilizada para el proceso
de transferencia de pintura. Ella se conoce como Water Transfer Printing, que en español sería: transferencia de
pintura en agua: yo le digo “la bañera”. Esta bañera tiene que tener una
temperatura de agua óptima de 33 grados para que el papel desprenda la tinta.
El papel se pone encima del agua, luego se
echa un líquido que se llama el activador, el cual hace que la película se
desvanezca en ella. Después tú metes la pieza teniendo en cuenta unos ángulos
especiales. No se puede meter como uno quiera. Luego de esto, la sacas y se
verá que la pintura ya se adhirió”.
¿Se puede hacer este proceso con cualquier tipo de material?
“Uno puede meter en el agua lo que quiera,
pero que no se dañe cuando lo introduzca. Si vas a meter madera, tienes que hacerlo
con madera que ya esté sellada. El proceso es igual que uno tradicional de
pintura: lleva su bacilla, luego la base, después de que esta se aplique, se
mete la pieza en el agua y se deja secar unas cuatro horas y se barniza”.
¿Cómo se enteró de la máquina?
“Por un video de Youtube. Un amigo me lo
mostró y quedé muy impresionado porque vi que la máquina me podía servir para
lo que yo hacía. Dentro de todas las importaciones, yo traigo unas consolas que
son para los carros, para cambiarles el radio original. Entonces cuando vi el
sistema, me di cuenta que hay unas consolas que me venden que son pintadas de
esos mismos colores que estaban siendo utilizados en el video. Por eso, yo las
relacioné con lo que yo hacía con las consolas.
Así fue que empecé a buscar más o menos quién
la vendía. Encontré el link de una
empresa en Miami, les escribí, me pasaron toda la información y decidí
ensayarla. Ya después cuando la fui a comprar, me tocó asistir a una
capacitación para que me enseñaran cómo utilizarla”.
¿Dónde fue esa capacitación?
“Fue en Miami, en los Estados Unidos. Dur ó dos días. De hecho, allá sí usan bastante estas máquinas de
manera masiva. Por ejemplo, una de las cosas que pintan con esta bañera son los
Crocs”.
¿Quién es el encargado de manejar la máquina aquí en el local?
“Yo la manejé al principio, pero luego empezó
a manejarla constantemente Alejandro, uno de los trabajadores. Él tenía el
conocimiento de pintura y no había nadie más apto para el trabajo. Yo le
expliqué y él le cogió el tiro de una”.
¿Cuánto tiempo se demoran procesando una pieza?
“Eso tiene una velocidad que no sabría cómo
explicar. La relación de tiempo entre una pieza grande o pequeña son segundos. Es
que, ¿qué me puedo demorar bajando a una cierta velocidad hasta el fondo?,
nada. Después de meter la pieza hasta abajo la tengo que sacar inmediatamente.
Casi siempre hay que ponerse guantes para meter la pieza, pero llega un punto
en el que hay que meter tanto la mano por la profundidad, que el papel se pega
del brazo, pero la tinta quita fácil con agua y jabón.
Entonces el proceso es que se pone el papel,
se le aplica el activador y con dos separadores se trata de que el papel no se
empiece a ampliar. Se espera un minuto, se echa el activador, se suelta la
pistola e inmediatamente se tiene que meter el objeto. Si yo espero mucho
tiempo y dejo el material ahí, se desvanece en el agua. Es muy mecánico, no
puedo echar el activador y ponerme a hablar”.
¿No hay problema en meter la mano en el agua?
“No, no lo hay, pero la pieza siempre hay que
tenerla en la mano. El objeto no se queda dentro del agua. El tiempo que se
necesita para que el objeto está en el agua es si mucho 15 segundos y eso que
es demasiado.
Esa es la misma pregunta que yo hice. Yo
llegué allá y dije: “bueno, ¿y entonces qué?, ¿cómo cojo el objeto?”. Me
dijeron que le pusiera dos cintas en la parte de atrás y lo agarrara con los
dedos. Es muy importante la presión y la forma en la que se mete el producto.
Si yo lo estoy metiendo y me muevo, puedo hacer que quede mal. Es de acuerdo
con la pieza que se mira en qué ángulo se pone; si es una pieza redonda,
cuadrada o con bombas. Como apenas estamos “aprendiendo” eso es complicado”.
¿Cuándo tiene una pieza muy grande cómo la puede meter?
“Cuando son piezas muy grandes toca hacerlo
por partes porque el papel máximo viene de un metro de ancho. Esta bañera está
diseñada solamente para papel de 60 centímetros. Si yo quiero una pieza más
grande, me tocaría hacer otra bañera más espaciosa o mandar a traer otra. Lo
que pasa es que yo compré la pequeña y ellos el primer sistema que venden es ese,
para que el cliente se de cuenta si sí puede trabajar con ella, si es rentable,
si a la gente le gusta, porque hay productos que pueden no gustar. Aquí entrar
los líquidos y los papeles es muy costoso; entonces por temas de importación y
mano de obra puede que no salga tan barato y hay que ver si la gente se adapta
y lo paga.
Lo que pasa es que cada pieza tiene un ángulo
especial de cómo la metes. Para las grandes sí hay que hacerlas por partes. Si
por cualquier motivo el objeto pintado se llega a raspar, se le quita la
pintura normal. Así es que pintan las motos y varios productos originales, con
estas máquinas. Si yo por ejemplo voy a utilizar un papel con un nombre en
específico, tengo que pagar por la patente, como un derecho. Yo pago como uno o
dos dólares más por metro por solamente ser la patente y eso se lo pasan al
creador del diseño”.
¿Las piezas más grandes son más difíciles de producir?
“Esas piezas son más fáciles de tener, pero
son más difíciles de procesar por su tamaño, entonces en cualquier momento uno
puede cambiar el movimiento. También puede ocurrir que son tan grandes, que el
agua se alcanza a meter por los huecos y la pieza jala para abajo porque ella
empieza a llenarse de agua”.
¿Cómo hacen para que queden los bordes sellados y bien posicionados?
“El agua es la que ayuda, se moldea la figura
por el movimiento que ella misma hace. Esta es la que se encarga de meterse por
todos lados y hace que la pintura llegue”.
¿Dónde se consigue este tipo de papel y es posible usar cualquier tipo
de este?
“Lo que realmente es especial es el papel, no
puede ser cualquiera. La compañía tiene como 300 fondos o impresiones de papel,
a las cuales las personas se tienen que adecuar. Si uno quisiera sacar un papel
exclusivo, se tendría que imprimir muchos metros, pagar el diseño y todo.
Si desarrollas el papel, compras la producción inicial, y a la gente le queda gustando, te pagan una patente sobre lo que diseñaste. Acá tengo como 15 fondos porque no todos son necesarios para lo que yo hago. Uno ya adecúa el fondo del papel directamente a lo que se trabaja”.
Si desarrollas el papel, compras la producción inicial, y a la gente le queda gustando, te pagan una patente sobre lo que diseñaste. Acá tengo como 15 fondos porque no todos son necesarios para lo que yo hago. Uno ya adecúa el fondo del papel directamente a lo que se trabaja”.
¿No le gustaría diseñar algún papel?
“A mí me gustaría hacer tantas cosas, pero ¿con
qué tiempo? (risas). Crear un diseño no es tan fácil”.
¿Cuánto dura un rollo de papel mientras se usa?
“Depende mucho de la producción y del área
porque eso viene por metros, entonces ya es lo que hagas”.
¿Se puede reusar el pedazo de papel que ya se usó para la producción?
“Siempre se pierde el área que usaste. Si se
usa papel adicional y lo pone en el agua, se daña. En lo posible, se trata de
poner la figura sobre el papel y con bisturí se corta. Lo ideal es dejarle dos
o tres centímetros más, para que sobre. Eso ya es manejo de producción y del
objeto. Es importante saber cuánta cantidad de papel se está ahorrando. El
objeto no se hace por detrás, se puede hacer, pero habría que encintar toda la
parte de adelante cuando ya se terminó, porque si tú la metes, el agua no
alcanza a dar la vuelta”.
¿Cuánto vale cada rollo de papel?
“Dependiendo del ancho y de la patente. Ellos
venden los rollos pequeños que son como de tres metros y esos valen como 40
dólares. Yo me demoré mucho costeando eso porque 40 dólares vale solo el papel,
pero la luz, la mano de obra, la base, el barniz, el tiempo, como está la pieza
preparada también vale.
Más o menos yo estoy cobrando a 50 pesos
centímetro cuadrado, claro que depende mucho del producto. Para una pieza
pequeña que hay que pintar que valga casi 30 mil pesos, es muy caro. Pero
bueno, ahí dígame: ¿quién le pinta la pieza así, de esa manera, que le salga
más barato? Nadie”.
¿Es la única persona en Medellín que tiene la máquina?
“No, creo que hay otros dos, uno en Envigado y
otro como por la 33. Hay mucho mercado y no es un proceso que salga tan rápido,
es un proceso con elaboración y no es masivo.
Es de encontrarse a un cliente y saber a quién
se le ofrece. Solo si hay tres empresas aquí que hacen esto tampoco va a ser
mucho. La verdad no me preocupo por ellos, en este momento estoy concentrado en
lo mío, entonces no he tenido que mirar a los otros, así pasó con Corta Láser.
¿Cuántas cortadoras láser pueden existir aquí
en Medellín?, más de 200 y puede que en dos o tres años, una cortadora láser se
convierta como en una fotocopiadora que en cada esquina hay una. Todos venden,
es de acuerdo cómo uno enfoca el negocio”.
¿Cuál sería la clientela específicamente para esta máquina?
“Por muchos lados uno puede ofrecer el
servicio porque si haces aretas y quieres un fondo especial para ellas, se
pueden meter en la piscina. Si tienes un cliente que hace correas y hebillas,
se pueden ver porque ya he visto muchas aplicaciones.Si me quiero dedicar a
pintar piezas interiores de los tableros de los carros, como el palo de rosa,
que es lo que más se usaba en una época, también se puede hacer. Si yo quiero
dedicarme a tunning, entonces quiero
pintar persianas, rines, spoiler y
todas esas cosas, lo puedo hacer. Si quiero hacer piezas de publicidad y
avisos, lo hago.La verdad es que yo digo que en el negocio en el que yo estoy
metido es de crear y de uno mismo crearse la necesidad de inventar productos,
los cuales usen las herramientas que uno tiene”.
¿Por qué dirías que es única esta máquina?
“Primero, la empresa no considera la máquina
como producto, pero sí consideran el papel como tal. Hay varias empresas que la
venden, pero el gancho de ellos es el papel. Cualquier persona puede hacer esta
máquina. Cuando llegué, pensé que la podía hacer en vez de comprarla (risas).
Me valió tres mil dólares, más la traída que me valió cuatro millones de pesos.
Lo único realmente raro es que trae un motor que hace que el agua circule y el
calentador para climatizar el agua.
Lo que siempre he querido es hacer productos,
innovarlos, porque esta la cortadora a láser y la pintura; uno ahí puede sacar
muchos productos, pero eso ya está en el tiempo que uno tenga para
desarrollarlos”.
Volviendo a lo del negocio, ¿en qué negocio diría que le gusta trabajar
más?
“La verdad es que los negocios cambian mucho
porque primero yo estaba enfocado en los cajones. Corta Láser sí salió, creció,
vendí avisos y todo, pero también sale mucha competencia con lo del corte. Entonces
no me estoy enfocando mucho en prestar servicio, sino en crear productos. Con
lo de las importaciones, se puede decir que se vende tres veces más que cajones
y se usa la mitad de los empleados o sea que es una relación diferente.

Andrés, con esta tecnología innovadora, busca crear
cada vez más nuevos productos. Para él, las maquinas son una ayuda para
impulsar las creaciones que tiene en su cabeza. Aunque él adquiera novedosas maquinas
y estas se vuelvan populares, lo que verdaderamente le importa es el tiempo y
el empeño que le invierta a los productos personalizados.
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